Ligeia

My blogs

About me

Introduction Cuando los ojos de Ligeia se abrieron ante mí, me sentí enamorado de mi propio arte... Nada supe de lucidez, de mí, de todo lo que consideraba “correcto” Había renunciado a sentir ese sentimiento extraño, eran mis primeros pasos y huí de la palabra “razonamiento” por consecuencia caí en sueño de opio y me volví poco a poco una oveja descarriada. Como muerto en vida caminaba sin corazón, después supe que había desmenuzado mi cuello... La odié, la amé, le di mi vida a cambio de una súplica y la palabra “indiferencia” ganó después de todo... Ahora sé cuanto de incipiente tiene la palabra locura.